jueves, mayo 19, 2005

He descubierto que soy una genial arquitecta (que mal suena, por cierto) de ilusiones. Estoy rodeada de planos inmensos, indescriptibles. Planos de amores, de felicidad, de ternura, de abrazos sinceros. Planos interminables. Creatividad a raudales. Pero todo se queda en eso, en planos, en papeles, en tinta, porque la realidad está muy lejos. Y cuando me doy cuenta no puedo evitar borrar todos los trazos con mis lágrimas, y mis planos terminan siendo un cuadro abstracto en blanco y negro.

3 comentarios:

yai dijo...

Sigue construyendo edificios, genial arquitecta. Espero que estemos juntas en muchos proyectos.
Besito arbona

Anónimo dijo...

Genial...
un solo párrafo es capaz de describir nuestras existencias,
pero debemos ser obreras de nuestra alma en vez de arquitectas de la nada...
coloquemos bloque tras bloque...

loweitokyo dijo...

Si, es verdad, obreras antes que nada, y en terreno legal...