martes, noviembre 15, 2005

Sin embargo hoy


Sentada en tu regazo
te admiraba con ojos de fustigada inoncencia
y contemplando tu respirar
intenso
te adoraba
aun sabiendo que
en tus entrañas
dormía
una furia perversa

Sentí que te alejabas
y que el humo que del tabaco que fumabas
nublaba mis ojos,
se perdía en el tiempo

Sin embargo hoy
te anhelo
sin querer
y estoy errando
no sé si tus manos
merecen la dicha de mi
recuerdo

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